domingo, 8 de abril de 2007

Historia del Halloween El principio celta y cómo llegó a relacionarse con la festividad de Todos los Santos.
El origen celta El halloween tiene un origen pagano. Esta celebración se le atribuye a los celtas, y se llamaba originalmente "Samhain", que entre otras cosas, tenía como objetivo dar culto a los muertos. La invasión de los romanos (46 a.C.) a las Islas Británicas dio como resultado la mezcla de la cultura Celta con los usos y costumbres de la Europa continental .
El Druidismo fue disminuyendo paulatinamente con la evangelización, y terminó por desparecer en la mayoría de las comunidades celtas a finales del siglo II. Sobre la religión de los druidas no sabemos gran cosa, pues no escribieron sobre ella, transmitiendo sus conocimientos, usos y costumbres en forma oral de de generación a generación. Sin embargo, se sabe que las festividades de Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el 7 de noviembre (a mitad del equinoccio de verano y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de "los muertos" y con ello se iniciaba el año Celta.
La festividad cristiana Desde el siglo IV la iglesia de Siria consagraba un día a festejar a "Todos los mártires". Tres siglos más tarde, el Papa Bonifacio IV (+615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses (pantheón) en un templo cristiano dedicándolo a "Todos los Santos". La fiesta en honor de Todos los Santos se celebraba inicialmente el 13 de mayo; fu el Papa Gregorio III (+741) quien la cambió al 1° de noviembre, que era el día de la "Dedicación" de la Capilla de Todos los Santos en la Basílica de San Pedro en Roma. Más tarde, en el año 840, el Papa Gregorio IV ordenó que la fiesta de "Todos los Santos" se celebraran universalmente. Como fiesta mayor, tuvo su celebración vespertina en la "vigilia" para preparar la fiesta (31 de octubre). Este vigilia o tarde del día anterior a la fiesta de todos los Santos, dentro de la cultura inglesa se llamó "All Hallow"s Even" (Vigilia de todos los Santos).
Con el timpo su pronunciación fue cambiando primero a "All-Hallowed Ev" y posteriormente a "All Hallow Een" para terminar con la palabra que hoy conocemos "halloween". Por otra parte, ya desde el año 998, San Odilón, abad del monasterio de Cluny (en el sur de Francia) había añadido la celebración del 2 de noviembre, como una fiesta para orar por las almas de los fieles que habían fallecido, por lo que fue llamada feista de los "Fieles Difuntos", la cual se difundión en Francia y luego en nuestros días. Pero el halloween tiene de cristiano solamente un nombre deformado, pues la esencia de la fiesta de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos es totalmente distinta a las costumbres anglosajonas, como veremos más adelante. Implicaciones
¿Estamos concientes de todo lo que está envuelto en esta costumbre?La fiesta de los Druidas originó no solamente parte de lo que hoy conocemos como halloween. Muchos grupos "neo paganos", satanistas y ocultistas han tomado el 31 de octubre como la fecha más importante de su calendario. El originario "Samhain" es llamado hoy día el "Festival de la muerte" y es reconocido por todos los satanistas, ocultistas y adoradores del diablo como víspera del año nuevo para la brujería. Anton LaVey, autor de "La biblia satánica" y sumo sacerdote de la iglesia de satanás, dice que el día más importante para los seguidores del maligno es el de halloween. LaVey dice que en esta noche los poderes satánicos ocultos y de brujería están a su nivel de potencia más alto, y que cualquier brujo u ocultista que haya tenido dificultad con un hechizo o maldición, normalmente puede tener éxito el 31 de octubre, porque satanás y sus poderes están en su punto más fuerte esta noche. Estos seguidores del príncipe de la mentira aseguran que durante la noche de halloween, los ángeles caídos así como toda clase de espíritus malignos recorren el mundo entero. Por otra parte el 31 de octubre, de acuerdo con la enciclopedia "World Book", el halloween es la víspera del año nuevo para la brujería y dice que es el principio de todo lo que es "frío, oscuro y muerto". El halloween está directamente ligado al ocultismo. Es un hecho registrado y documentado que en la noche del 31 de octubre en Irlanda, Estados Unidos y muchos países de hispanoamérica se realizan misas negras, cultos espiritistas y otras reuniones relacionados con el mal y el ocultismo. Ante un análisis superficial, es evidente la connotación negativa de las imágenes con que se "adornan" tarjetas, afichés, pegatinas así como disfraces y toda la parafernalia que rodea al halloween. Salta a simple vista que el mensaje de amor, caridad, paz y esperanza que nos trajo Jesucristo se haya totalmente divorciado de estas imágenes sangrientas, que retratan a brujas, hechiceras, muertos andantes, vampiros y demás engendros que nada tienen de constructivo. Es, por sí misma, una "celebración" de la maldad. Disfraces y Costumbres Disfrazarse y solicitar dulces a cambio de no hacer daño: el mal disfrazado de "diversión". Los Disfraces Europa sufrió durante un largo período de tiempo la plaga bubónica o "peste bubónica" (también conocida como la "muerte negra") la cual aniquiló a casi la mitad de la población. Esto creó un gran temor a la muerte y una enorme preocupación por ésta. Se multiplicaron las misas en la fiesta de los Fieles Difuntos y nacieron muchas representaciones satíricas que le recordaban a la gente su propia mortalidad. Estas representaciones eran conocidas como la Danza de la Muerte. Dado el espíritu burlesco de los franceses, en la víspera de la fiesta de los Fieles Difuntos, se adornaban los muros de los cementerios con imágenes en las que se representaba al diablo guiando una cadena de gente: Papas, reyes, damas, caballeros, monjes, camepesinos, leprosos, etc., y los conducía hacia la tumba. Estas representaciones eran hechas también a base de cuadros plásticos, con gente disfrazada de personaliades famososas y en distintas etapas de la vida, incluida la muerte a la que todos debían de llegar. De estas representaciones con disfraces, se fue estableciendo la costumbre de caracterizarse durante estas fechas. Obsequio o Truco La tradición del "obsequio o truco" (Trick or Treat) tiene su origen en la persecución que hicieron los protestantes en Inglaterra (1500-1700) contra los católicos. En este período, los católicos no tenían derechos legales. No podían ejercer ningún puesto público y eran acosados con multas, impuestos elevados y hasta cárcel. El celebrar misa era una ofensa capital y cientos de sacerdotes fueron martirizados. Un incidente producto de esta persecución y de la defensa del catolicismo fue el intento de asesinar al rey protestante Jaime I junto con su utilzando pólvora de cañón. Era un levantamiento católico contra los orpresores. Sin embargo el "Gunpowder Plot" fue descubierto cuando el que cuidaba la pólvora fue capturado y tras hacerle confesar terminó en la horca. Esto muy pronto se convirtió en una gran celebración en Inglaterra (incluso hasta nuestros días). Muchas bandas de protestantes, ocultos con máscaras, celebraban esta fecha (los primeros días de noviembre) visitando a los católicos de la localidad y exigiéndoles cerveza y comida para su celebración amenazándolos. Con el tiempo, llegó a las colonias de norteamérica esta tradiciión que se fue uniendo al halloween. Podemos entonces darnos cuenta de que el halloween también conforma una combinación de tradiciones, particularmente negativas, que los inmigrantes llevaron a los Estados Unidos; tradiciones que fueron atenuándose poco a poco en Europa pero que se preservaron por la cultura anglosajona establecida en América. Pensándolo bien Una propuesta de temas para considerar detenidamente nuestra fe católica y la actitud que debemos tomar ante el halloween. Ante todos estos elementos que componen hoy el halloween, vale la pena reflexionar y hacerse las siguientes preguntas: - ¿Es que, en aras de la diversión, podemos aceptar que los niños al visitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un daño (estropear muros, romper huevos en las puertas, etc.)? - ¿Qué experiencia (moral o religiosa) queda en el niño que para "divertirse" ha usado disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el ocultismo, sobre todo cuando la television y el cine identifican estos disfraces con personajes contrarios a la sana moral y ni qué decir de la fe y los valores del Evangelio.? - ¿En qué modo podemos justificar como padres de una familia cistiana que nuestros hijos, el día de halloween haga daño a las propiedades ajenas? ¿No seríamos totalmente incongruentes con la educación que hemos venido proponiendo en la cual se debe respetar a los demás y que las travesuras o maldades no son buenas? ¿No sería esto aceptar que, por lo menos, una vez al año se puede hacer el mal al prójimo? - Con los disfraces y la identificación que exise con los personajes hollywoodescos ¿no estamos promoviendo en la conciencia de los pequeños que el mal y el demonio son solo fantasías, aparte de un mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lo tanto no nos afectan? - ¿Qué experiencia religiosa o moral queda después de la fiesta del halloween? - ¿No es ésta otra forma de relativismo religioso con la cual vamos permitiendo que nuestra fe y nuestra vida cristianas se vean debilitadas? - Si aceptamos todas estas ideas y las tomamos a la ligera en "aras de la diversión de los niños"
¿Cómo podremos corregir y hacerle ver que el mal se esconde detrás del "juego" de la "ouija" que pone en grave peligro su vida espiritual? ¿O qué diremos a las jóvenes y muchachos que durante su infancia "jugaron" al halloween, cuando acudan a los brujos, hechiceros, médiums, y los que leen las cartas y todas esas actividades contrarias a lo que nos enseña la Biblia? - Es que nosotros, como cristianos, mensajeros de la paz, el amor, la justicia, portadores de la luz para el mundo ¿podemos indentificarnos con una actividad en donde todos sus elementos hablan de temor, injusticia, miedo y oscuridad? Si somos sinceros con nosotros mismo y buscamos ser fieles a los valores de la Iglesia Católica, llegaremos a la conclusión de que el halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano de los Fieles Difuntos, y que todas sus connotaciones son nocivas y contarias a los principios elementales de nuestra Fe.